martes, 19 de febrero de 2008

Today is the first day of the rest of your life

Hoy puede ser un gran día.
Plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.

Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.

No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.

Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.

Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.

Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.

Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.

Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.

Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.
JM Serrat. (En tránsito)

sábado, 16 de febrero de 2008

El mercado de productos orgánicos

Los sábados por la mañana en Meeting House Square, dentro del distrito del Temple Bar, se coloca un mercado de productos orgánicos y otro tipo de comidas que no nos creemos que sean tan orgánicas, como ostras, perritos calientes, burritos mexicanos, pescado...


La comida orgánica se produce bajo unos estandares: han de crecer sin utilizar pesticidas artificales, y, si la comida está cocinada, no se pueden utilizar aditivos, como conservantes o colorantes. Aquí en Irlanda, los productos orgánicos tienen un sello de autenticidad, más o menos como la denominación de origen en España o Italia, así que en principio si compras zanahorias irlandesas orgánicas puedes tener una cierta seguridad de que sí lo son. En toda la union europea existe una certificación para los productores que les permite vender comida orgánica, pero cada país se lo toma a su manera. Nuestra opinión personal es que esto de lo orgánico hay que tomárselo con tranquilidad. En algunos sitios hemos visto carteles de asociaciones de agricultores que advierten a los posibles compradores de productos orgánicos que muchas empresas simplemente venden los productos como orgánicos porque son dos o tres veces más caros que los normales, pero no tienen las características que se espera de ellos. Además en este mercado hay frutas de todos los continentes y si cada uno se lo toma a su manera...


Allí en la misma plaza en la que se pone el mercado está el Irish Film Institute (Instituto cinematográfico irlandés). Es una organización estatal encargada de preservar la cultura del cine irlandés. Además ofrece diferentes actividades para educar a los ciudadanos en la cultura del cine. En este edificio, en Temple Bar, ponen películas independientes y en idiomas extranjeros (no inglés) descatalogadas, es decir, que las productoras ya no las distribuyen. Para acceder a estas sesiones de cine tienes que ser socio, y luego pagar la entrada. Si no eres socio -y no lo quieres ser por un año- puedes hacerte por un día y pagar la entrada. Y a los que no le guste el cine independiente, también tiene bar para tomarse un café.

viernes, 15 de febrero de 2008

San Faustino

Aunque la mayoría de la gente no lo sepa, el 15 de Febrero es San Faustino. Normalmente pasa porque todo el mundo se fija en el empalagoso -y capitalista- de San Valentín. Así que, como para nosotros este santo tiene mucho más carisma, vamos a comenzar a celebrarlo año a año al estilo gastronómico, sustituyendo a Valentín. Este año -el primero- ha tocado en un pub irlandés en Dublín, en Bachelor's Walk, justo donde O'Connell street cruza con el río Liffey.

Aunque no se vea muy bien, en los platos había pechuga de pavo asada con stuffing y puré de patatas y chuleta de cerdo -como las de Homer- con morcilla y tomate. Otra vez más (y esto va para el otro Faustino), comida de enfermos.

¡ Féliz San Faustino !

domingo, 10 de febrero de 2008

Primicia primiciosa. El calcetín (Gomaespuma)

No hay nada nuevo que contar desde Irlanda, pero hemos vuelto a escuchar este corte de la radio de gomaespuma y no deja de hacernos gracia por muchas veces que lo escuchemos. Trata de un hombre que está de viaje en un hotel y siente la llamada de la naturaleza en forma de apretón...



Es mejor escucharlo, pero si no se puede, esto es el texto que dice Guillermo Fesher en la radio:

"La noticia se basa en un hombre, por llamarlo de alguna, como él mismo con lágrimas a flor de piel reconocía, que tuvo que viajar y hospedarse en un hotel con tan mala suerte que nada más cerrar tras de sí la puerta de la habitación sintió aquello que se llama repentino apretón y retortijones de ultima hora, frase que popularmente se reconoce como "pa qué las prisas".

Llega al hotel, tiene terribles retortijones, cierra la puerta tras de sí, e intenta obviamente acceder al cuarto de baño, pero ete aquí, ¡oh! sorpresa, ¡oh! dolor, ¡oh! campos de soledad, ¡oh! mustios collados, que al intentar abrir la puerta del retrete no cede la puerta, está atrancada. Empujón, golpe, se le pasa por la cabeza llamar a recepción, pero claro, recepción no llega, este hombre se va, que se va, que se va.... entonces ¿qué hace este pobre hombre desesperado?, pues justo lo que no hubiéramos hecho ninguno, pero él hace en momentos de desesperación: Renuncia a entrar en el baño, se quita un zapato, se quita un calcetín y CAGA en el calcetín. Es que era tal la ansiedad, tal la necesidad, tal los dolores... No se le ocurre otra cosa, no da para más.

Claro, sí, en el momento de realizar la faena pues es muy triste, pero qué triste es, después de haberla realizado, y ser consiciente de que te encuentras en una habitación de un hotel con un calcetín lleno de tu propio producto. Es muy triste. Entonces, ¿cómo justificas eso?, teniendo en cuenta de que no tienes acceso al baño y que tienes que llamar a alguien y que va a venir y tienes un calcetín en la mano con tu propio producto. Lo tiras a la papelera, no puede ser.

Entonces, decide, el plan B, que es un plan lamentable por otra parte, que no se le ocurriría a nadie, pero este lechón, acosado por las circunstancias, decide hacerlo. Así que, abre la ventana y decide arrojarlo lo más lejos posible, para que en ningún momento haya ninguna posibilidad de unir la mierda, el calcetín y el mismo. Entonces, para arrojar el calcetín lo más lejos posible, se le ocurre, puesto que el hombre ha visto muchas películas del oeste lanzando el lazo y tal, hacer unos giros variados en el aire, como las voleadoras argentinas, para arojarlo a la distancia. Así que giro 1, giro 2, giro 3, giro 4... y cuando va por el giro 5 se da cuenta de una cosa que mucha gente sabemos aunque no reconocemos, que tenía un tomate en el calcetín.

Ese tomate en el calcetín ha facilitado la salida del elemento incluído en el calcetín y ha desperdigado la mierda por paredes, edredón, suelo, puertas y techos. Entonces se encuentra nuestro amigo con un calcetín semivacío y la habitación fumigada de mierda. Claro, ahí se le produce un nudo en el cerebro, ¿ahora que haces?, lo que queda de calcetín, sin más miramientos, lo arroja por la ventana sin mirar donde cae, y tiene que llamar a recepción y pedir, por favor, que venga la señora de la limpieza.


La señora de la limpieza viene, observa, no dice nada, sigue observando, no dice nada, continúa observando, y no dice nada. Se queda perpléjica la señora de la limpieza. El hombre, ante el sofocón, ya agobiado, le dice: "Señora, le doy 5000 pesetas"- un hombre generoso - "Le doy 5000 pesetas si usted me limpia la habitación y no le dice a nadie lo que ha pasado". La señora de la limpieza, con un arranque de maestría en sus recepciones, le contesta lo siguiente: "Pues mire usted, yo le doy a usted el doble, 10000 pesetas, si me dice usted como ha sido posible que cague de esta manera"."

domingo, 3 de febrero de 2008

Dublin is not Ireland (y III)

Salimos del Killarney en dirección a los cliffs of Moher, de los que ya hemos hablado antes por aquí. Unos 190 km desde Killarney, que en las carreteras irlandesas vienen a ser 3 horas más o menos. Subimos un par de puertos en los que había nieve, así que, aunque no hayamos tenido navidades blancas en España este año, por lo menos la hemos pisado un mes después.


Los acantilados (cliffs) de Moher levantan 120 metros sobre el mar en la parte más turística y preparada, donde hay un gran aparcamiento que vale 8 eurazos. Si se tiene tiempo, se puede seguir un sendero que va siguiendo el borde de los acantilados durante 8 kilómetros y llegar a la parte más alta, 215 metros. No son espectaculares por la altura que tienen, si no por lo verticales que son sus paredes.


Los puntos blancos de la foto son pájaros que viven en las paredes de los acantilados. Nos pareció que todos eran gaviotas normales y corrientes pero se supone que allí, sobre todo en la pate alta de los acantilados, habitan frailecillos (en inglés puffins). No vimos ninguno, y no fue porque no estuviéramos rato por allí buscándolos.


Los cliffs of Moher están en un área protegida llamada The Burren, donde hace unos cuantos años (en la edad de bronce), algunos hombres prehistóricos abandonaron su vida de nómadas para quedarse. Así que, aprovechando que estábamos allí, recorrimos las carreteras comarcales que atraviesan esta zona para visitarla. Se trata de un paisaje realmente extraño, lleno de rocas, donde la verdad, no sabemos cómo como cojones aquellos hombres decidieron quedarse. Eso mismo debió de pensar un inglés llamado Edmund Ludlow, que durante unas operaciones contra la guerrilla en The Burren en 1651 y 1652 dijo:

"It is a country where there is not enough water to drown a man, wood enough to hang one, nor earth enough to bury him...... and yet their cattle are very fat; for the grass growing in turfs of earth, of two or three foot square, that lie between the rocks, which are of limestone, is very sweet and nourishing"

que en castellano castizo es, más o menos:

"Es un país donde no hay suficiente agua para ahogar a un hombre, no hay madera suficiente para colgarlo, ni tierra para enterrarlo... pero aún así su ganado está muy gordo por la hierba dulce y nutritiva que crece en trozos de tierra de 2 ó 3 pies cuadrados entre las piedras, que son de caliza"


The Burren está protegido, es decir, no puedes arrancar plantas (allí están representadas el 75% de las especies que existen en Irlanda) pero tampoco puedes mover piedras o llevártelas, porque todo el lugar es un museo prehistórico al aire libre. Las piedras que muevas han podido ser colocadas así por algún hombre hace 4000 años. Esto le da un glamour a la zona que la convierte en un destino elegido por muchos senderistas, que reservan hostels en un pueblo llamado Doolin, desde donde parten diferentes excursiones para visitarla. Nosotros no hicimos senderismo, que para eso no habíamos alquilado el coche, pero fuimos a visitar Poulnabrone, un dólmen situado en The Burren.


Esta es la manera que tienen en Ballyvaughan, el último pueblo antes de llegar al Dólmen, para orientar a los condutores. Las señales estaban situadas a la derecha del coche (el lado del conductor) y por allí se pasa a 50 km/h. The Irish Way to help. Sí, tuvimos que parar para leer los carteles y hacer la foto. Por cierto, el dólmen está en la misma dirección la cueva Ailwee (Ailwee Cave), pero no hay mención directa al monumento prehistórico. Menos mal que llevábamos un mapa.


Y después de tres días el viaje se acabó, de vuelta nos topamos con un peaje irlandés: Esta es la forma en que se pagan las autopistas irlandesas si tienes el cambio justo, no hay ninguna persona para darte un ticket o cambio, solamente la cesta para lanzar las monedas.


En este enlace hemos creado un mapa para mostrar la ruta que seguimos. En realidad fueron unos 1200km (no 971), que la distancia que se recorre mientras uno está perdido también cuenta.

¡¡ A pasarlo bien !!

sábado, 2 de febrero de 2008

Dublin is not Ireland (II)

A la mañana siguiente partimos hacia el anillo de Kerry, que es una ruta de 170 km a lo largo de la península de Kerry al suroeste de Irlanda. La ruta se empieza en Killarney, que está situado al lado del Parque Natural de Killarney, y es justo por el parque por donde comienza la visita al anillo de Kerry si se recorre en la dirección de las agujas del reloj, que es la que nosotros elegimos.


No está muy claro cuál es el mejor sentido. Los autobuses turísticos que recorren el Anillo de Kerry lo hacen en el sentido contrario a las agujas del reloj y el problema está en que las carreteras son muy estrechas y si recorres la ruta con los autobuses pasas todo el camino detrás de ellos y no puedes disfrutar el paisaje como deberías. Por otro lado, si lo haces en contra te encuentras los autobuses de frente y debes ir conduciendo con mucho más cuidado, así que el viaje para el conductor no es tan relajado. Nuestra opinión: Ir encontrándose a los autobuses, merece la pena el estrés, aunque quizá en los meses de verano, cuando esté a tope de turistas y autobuses la cosa cambia.


En la parte del anillo del Parque Nacional de Killarney hay unas cuantas paradas obligadas en la ruta: Muckross, Ladies View o la cascada de Torc. Esta foto es de la vista desde Ladies View según la vimos nosotros, hay muchas fotos en Internet, pero en la mayoría el campo es verde. No sabemos cómo puede ser que la hierba no fuera verde con todo lo que llueve por allí. De hecho en el momento de tomar la foto llovía con cojones.


Pero lo más bonito de la visita es ir mirando el paisaje que se ve desde la carretera -ojito, que vamos por la izquierda...-. Cualquier momento es bueno para parar y sacar una foto. Son de esas cosas que hasta que no se ven no se pueden imaginar.


Más o menos en la mitad del camino se encuentra Waterville, lugar de veraneo de Charlie Chaplin. Allí, al ladico de la playa, está la estatua a tamaño real que hizo el pueblo en honor a su visitante más famoso. Y por si esto fuera poco importante, en la parte más al oeste de la península se encuentra la Valentia Island, que fue elegida como conexión europea del primer cable submarino transatlántico operativo, en 1866.


Y una vez dada la vuelta al anillo de Kerry volvimos a Killarney a dormir para seguir con la excursión la mañana siguiente. Pero antes de nada una cena irlandesa en un pub autóctono llamado Murphy's pub: Estofado irlandés y filete de ternera irlandesa con sus respectivas cervecicas para pasar las migas.

viernes, 1 de febrero de 2008

Dublin is not Ireland (I)

Aunque el tiempo no acompañaba mucho y se esperaba un temporal del ártico (con heladas incluidas) alquilamos un coche para irnos a conocer la costa Oeste de Irlanda antes de empezar a trabajar el próximo lunes y así poder corroborar eso que se dice tanto por aquí de que Dublín no es Irlanda.


Por si alguien no lo sabía, aquí, en Irlanda, el coche se lleva por la izquierda, así que conducir es un auténtico festival, sobre todo al principio (de vez en cuando uno se da cuenta de que está en la derecha). El mejor truco para que todo vaya bien es seguir al coche de delante y desear que no sea otro turista como tú.

El plan era dormir en Cork (que está a 260km de Dublín) la noche del viernes y visitar lo que se pudiera allí antes de que anocheciera -ahora mismo a las 6 más o menos-. De camino hubo tiempo para una paradita en un pueblecico llamado Cashel, para ver el Rock of Cashel, que es donde vivían los reyes de la región (Munster) antes de la invasión normanda de Irlanda. La mayoría de edificios son del siglo XII o XIII y se supone que fue allí donde el conocido San Patricio (el culpable de que la gente se vuelva loca el día 17 de Marzo bebiendo cerveza teñida de verde o tiñendo el río de verde) convirtiera al rey de Munster al cristianismo en el siglo V. Por cierto, quien iba a decir que el símbolo de Irlanda es el trébol de 3 hojas (no de 4 como se suele pensar) porque San Patricio los utilizaba para explicar el milagro de la Santísima Trinidad.


Una vez en Cork, y después de darnos cuenta de que llevar el coche a los centros de las ciudades en Irlanda es una locura -hubo atasco desde las 4 que llegamos hasta las 8 de la tarde-, fuimos directos a lo que sabíamos que nos iba a gustar más, el mercado inglés de Cork, cuyos comienzos datan de 1610 y el edificio actual lleva en pie desde 1786.


Allí se venden delicias ricas como ¿tiburones? y otras muchas cosas más.


Y después de un buen bocata de jamón -importando desde España por avión- y una Guinness para pasar las migas nos fuimos a la camita para levantarnos por la mañana pronto hacia el anillo de Kerry. Esto es Cork desde el Sheila's Hostel donde dormimos.