De turismo

La llegada a Dublín fue dura, así que al día siguiente decidimos darnos un pequeño descanso antes de ponernos a buscar piso, y recorrimos el centro de Dublin como dos turistas. Una visita al "maravilloso" Spire, que para el que no sepa inglés y no pueda leer la wikipedia, es un palo gris de 120 metros plantado en la mitad de la calle mas céntrica de Dublín: O'Conell Street. Lo pusieron allí para sustituir el monumento a Nelson. Este hombre, Nelson, fue un noble, marino y militar británico, almirante de la Marina Real Británica y uno de los marinos más célebres de la historia. Al IRA no le gustaba tener un monumento a un inglés en el mismo centro de la capital de Irlanda, así que le puso una bomba y adiós a Nelson, ¡hola Spire!

Hay mucho Dublín que ver (y muchas fotos) pero allá va una de un típico irlandés de piel rosita. Este señor vigila el aparcamiento del Banco de Irlanda que está en frente del Trinity College. Aunque tenga esa pinta, no parecía estar borracho, pero eso de un irlandés nunca se sabe.

Y una cosa está clara, un turista no puede acabar una visita a Dublín sin beberse una pinta de Guinness en algun pub del Temple Bar rodeado de españoles, italianos y brasileños. Un aviso para visitantes, aquí los pubs los cierran a las 12 y los viernes y sábados a la 12.30, pero no como en España que se da el aviso de cerrar a las 4 y hasta las 5.30 no se desaloja el local, aquí se da el aviso a las 12 y te van echando, literalmente hasta que a las 12.30 no queda nadie dentro. Si a alguien le queda fiesta en el cuerpo siempre se puede ir a una discoteca, nosotros no hemos ido nunca. Es un poco extraño, pero la solucion para que la noche de un poco de sí es salir a las 8, como cuando teniamos 14, un regreso a la infancia....