sábado, 1 de marzo de 2008

La calzada del gigante

La calzada del gigante (en inglés, Giant's causeway) es una formación rocosa declarada patrimonio histórico de la humanidad por la UNESCO conocida por ser una de los más impresionantes paisajes -si no el que más- que ofrece la isla de Irlanda. Está situado en la costa noreste de la isla, en Irlanda del Norte (que pertenece al Reino Unido). Está a unas 3 horas y 15-30 minutos desde Dublín, y hemos comprobado al ir que es cierto eso que se dice por aquí de la calzada del gigante:

"it is woth seeing, but is not worth going to see"
Que en español castizo significa: "Merece la pena verlo, pero no merece la pena irlo a ver". ¡Está lejos de cojones!


Hay tres explicaciones para este fenómeno:

Los autóctonos dicen que un gigante irlandés, llamado Finn MacCool, construyó la calzada para ir a pegarse con el gigante escocés Benandonner. Cuando llegó a Escocia pilló a su rival durmiendo, y se dio cuenta de que era mucho más grande que él, así que se volvió rápidamente a Irlanda. Poco tiempo después, la mujer del gigante Finn oyó que Benandonner estaba cruzando la calzada para pegar a su marido, así que le vistió como a un bebé y lo puso en una cuna. Cuando el gigante escocés llegó a casa de Finn llamó ruidosamente a la puerta así que la señora MacCool le pidió que por favor no despertara al niño. Cuando Bernandonner vio al niño pensó que con ese bebé tan grande, el gigante Finn debía de ser enorme, y volvió a Escocia rompiendo tras de sí la calzada. Todo lo que queda de ella son los extremos, en el noreste de Irlanda y en la isla de Staffa, en Escocia (que tiene una formaciones rocosas similares).


Los científicos (que sabrán estos) dicen que las rocas de la calzada se formaron hace 60 millones de años cuando de la tierra apareció una capa de basalto fundido. Cuando este flujo de lava se enfrió y endureció se contrajo, creando las formas hexagonales en las que las piedras parecen estar cortadas, del mismo modo en el el barro se raja cuando se seca. Mientras el proceso de solidificación avanzava de la parte más externa (arriba) hacia la más interna del torrente de lava, se iban creando las grandes columnas de basalto que se han llegado hasta nuestros días.


Carmen dice que las tallaron los esclavos para atraer al turismo.

Por cierto, no es solamente la calzada. La costa es espectacular.


Y muy cerca de allí está la destilería del Whiskey Bushmills y el puente de cuerda (carrick-a-rede rope bridge). A nosotros nos gustó mucho la calzada de los gigantes y estuvimos paseando mucho rato por los senderos que hay en las cimas de los acantilados. Merece la pena hacerlo y no sólo quedarse con las piedras de la calzada de Finn MacCool. Pero, como no es verano, no nos dio tiempo a más y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos volviendo a Dublín de noche. De todas formas el puente de cuerda está cerrado en invierno.

¡A cuidarse todo el mundo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

joe todo aquello es muy bonito espero muy pronto conocerlo y sobre todo tener de guias a mis primos que tengo muchisimas ganas de verles bueno aunque carmencita sea pegada un beso para los dos

albatros dijo...

Es un lugar increíble. Digno de ver y de ir a visitar por muy lejos que esté. Creo que Irlanda es un país que posee unas interesantes ciudades y además puedes disfrutar de la naturaleza y de sus curiosidades. SL2